Mientras miro el fuego vivo,
Observo como las páginas de bronce arden
ante las llamas del viento infernal.
Volar se parece
a una melodía que conozco de otros tiempos.
Levitar sobre algodones de azúcar,
vivir
en el país de las maravillas
siendo presa del desasosiego,
como forma de mantener la ilusion intacta.
En la jaula de cristal, me preguntó por qué los pájaros no me comparten un poco de su libertad.
Tu encierro sólo es ficción -me dicen-.
Entre cenizas veo las últimas palabras
«Abrir las manos como alas, volverse madre de la libertad, confundirse con el cielo, meditar el pensamiento hasta conciliarse con el sueño.
Mirar una vez más a la cámara, para volver hacia el espejo y encontrarte a vos mismo.
Al fin, conciliado con la acción.»
¿Por qué los pájaros no me dejan volar al compás del viento?
¿Por qué no me comparten un poco de su libertad?
Me encierran en una jaula de cristal.
¿Quién que conoce la libertad empieza a desear el encierro?
Una vez que la libertad te atrapa, abre sus manos como alas y te deja volar para siempre, siendo madre de un pájaro de la libertad.
Contenerse
Sueño la historia de dos muchachos que sueñan con dejar todo atrás. Ellos bailan bajo la lluvia mientras el sol se esconde en su caparazón.
Ellos hacen del aire algo eterno.
Sueño que escapan. Que dejan esta vida atrás. Que corren por una pradera, tomados de la mano.
Son libres como pájaros en el viento. El cielo los abraza y se sienten contenidos. Entonces conocen la cálida libertad que les puede dar, volar cerca del sol.
Ellos son un instante.
Eterea
Anhelo ser etérea
Como una pieza musical,
del viento.
Deseo alcanzarme
hasta romperme y percibirme frágil.
Desvanecerme ante la sensación primitiva
Para levitar de nuevo
Otra vez;
Explorar otras formas de habitarme
Sin miedo a gritar.
La necesidad no sabe de dimensiones,
los relojes y los espejos no son amigos.
aún así bailo hasta desvanecerme y encontrarme vacía
Me impulso desde la profundidad
Para fundirme con el cielo,
Y dejar el peso del cuerpo en la tierra.
Desnuda
Mi alma siente el vértigo de la libertad.
Animales
un gato, un león, o una mariposa?
Debo llevar la sabiduría de los animales en mi interior,
Creo que cada uno expresa las emociones humanas:
Cuando me enojo soy un león,
Cuando siento la necesidad de huir soy un lobo.
Cuando observo, en la noche, soy un búho.
Cuando siento que voy a la deriva, y que mi independencia toma las riendas,
soy un gato.
Pero finalmente miro al cielo y respiro hondo. Me siento libre como un pájaro:
Pero con la ligereza de una mariposa.
Eternamente libre.
Mundo Onirico
Es enero. Llueve. En mi mente suena una canción una y otra vez. No puedo dejar de recordar aquel otoño. Todo parecía cristal,
capaz de desvanecerse en un sólo segundo.
Ella me miró a los ojos: en ese instante algo quedó al descubierto, como la luz del sol entre pequeños fragmentos.
Creo que sabía de la melancolía que existía en mí, resonando como una pequeña caja musical, haciendo eco de mis días.
La reina del sol miró dentro de mi alma con sus esferas de luz y me dejó expuesto.
Todo mi ser parecía anhelarla pero cuando la miraba era ya, una estrella muy lejana.
Las horas se desmantelaban como pequeños versos: los pájaros cantaban, los relojes estallaban...
Era libre por primera vez, y entre sensaciones y emociones profundas mirábamos el abismo, y el abismo parecía mirar dentro de nosotros.
Rodeados de girasoles de plata, tomamos nuestras manos y las elevamos hacía el cielo.
Aquella tarde fué la última vez que la ví antes de que se perdiera entre espejismos.
Cuando atravesó el laberinto, desapareció y todo el tiempo que pasamos pareció efímero.
Fugaz camino hacía la luz, la lluvia navega esta puesta de sol, completando la pintura...
Enero es una isla desierta: le pregunté al cielo si se acordaba de nosotros. Dijo que éramos como pequeñas estrellas en una tierra de ensueño.
Salvarme
¿Que hare con el miedo que me proporciona la libertad?
me desnuda la piel
la necesidad de ser.
Mis huesos son de piedra,
mi necesidad de hiel.
Absurdo caos-cósmico
se abre ante mi
esta noche.
No puedo dejar de pensar en sucesos extraños
obscenos y sin sentido.
¡Oh señor! Salvame. Salvame de mi pesar
Algún dia sere libre.
Algun dia dejare presa mi desnudez
para proteger mi libertad del sol.
A Karen Carpenter
Esperas la muerte sentada en un sillón
No comes
No sentís
Con los ojos palpitando como pupilas abiertas
[Llena el vacío que ves en mi interior]
La nada misma absoluta
Rellena de agua, de la nada misma
Esperas la muerte
O a alguien que te salve del abismo de vos misma
Pero preferís morir antes de esperar
a alguien que sabes
Nunca llegará
Porque en tu soledad, sabes
La única persona
que te puede salvar
si,
Sos vos misma
Aquella persona que se encuentra en aquel abismo infernal
Meditando entre horas matutinas.
Escondida
Sus ojos miraban sin ver, con una pupila vacía y el rostro de plata: Espejo de luna;
Estado precipitado de libertad.
Angeles de vidrio en el sol reflejan caos.
Las pinturas, las sensaciones, las figuras.
El temor se siente como una respiración condensada: ¿A qué le temes?
La mente de la doncella divaga. En el velo de la noche la luna cubre por completo el sol.
La tierra se descubre a sí misma escondida en aquella oscuridad. Pero es la luz la que se esconde de sí misma.
Observarse
con un libro de palabras palidas que atraviesan mi corazon,
visto una tunica blanca
y me siento observadora de mi propia vida.
como si todo fuera una pelicula.
pero mi intimidad es lo que me convierte en un angel y no en una exhibidora
Autores que me influenciaron
Alejandra Pizarnik
Alejandra Pizarnik fué una poeta, ensayista, y traductora argentina. De descendencia rusa y de familia judía, nació el 29 de abril de 1936, en Avellaneda, Provincia de Buenos Aires, Argentina. Fué influenciada por Julio Cortázar, Antonin Artaud, Arthur Rimbaud, Stéphane Mallarmé, entre otros escritores.
Entre sus obras más destacadas se encuentra: Árbol de Diana (1962), Los trabajos y las noches (1965), Extracción de la piedra de la locura (1968), La condesa sangrienta (1971).
La poesía de Alejandra rompe con los estándares clásicos de la poesía: es una poesía de vanguardia. En la décadas de los 50-70 en Latinoamérica, predominaba la poesía tradicional, en la que se utilizan rimas: repetición de los sonidos finales en dos o más versos.
Alejandra al escribir, utilizaba versos libres, carente de rimas. Además, en varios poemas, se libera de las reglas de la gramática: omite comas, puntos, con el objetivo de expresar en una oración lo que siente, si necesariamente la limitación que impone en la lectura, las reglas gramaticales.
Es también considerada una poeta de vanguardia porque sus poemas giran en torno al amor trágico, el suicidio, la fantasía, la lujuria, el pecado, la libertad, la infancia. Algo que no era común en la década los 50-70, época en la que se relacionaba la poesía con belleza.
Sus poemas
Son, entre tantos, dos poemas de su obra que rompen con las reglas gramaticales.
Temas de vanguardia
Las grandes palabras
aún no es ahora
ahora es nunca
aún no es ahora
ahora y siempre
es nunca"
Donde circunda lo avido
Cuando si venga mis ojos brillarán
de la luz de quien yo lloro
mas ahora alienta un rumor de fuga
en el corazón de toda cosa.
Sombra de los dias a venir
Mañana me vestirán con cenizas al alba,
Me llenarán la boca de flores.
Aprenderé a dormir
en la memoria de un muro,
En la respiración
de un animal que sueña.
Fiesta en el vacio
Cómo el viento sin alas encerrado en mis ojos
Es la llamada de la muerte.
Sólo un ángel me enlazará al sol.
Dónde el ángel,
donde su palabra.
Oh perforar con vino la suave necesidad de ser.
Comunicaciones
El viento me había comido
parte de la cara y las manos.
Me llamaban ángel harapiento.
Yo esperaba.